miércoles, 23 de enero de 2008

Presentación

La presente edición busca dar un sentido humano y por tanto con sabia visión de lo que es el tema de las competencias como evolución humana a través de ejemplos de la historia del hombre, desde innegables orígenes, hasta ciertos modelos tipo dentro de contextos particulares y actuales.

Se las acoge como el paradigma que da real sentido a las condiciones de un mundo globalizado con el consabido reflejo de las necesidades que arroja una sociedad del conocimiento que las acoge como una forma, que si bien no podría aludirse soberbiamente sea la clave de los sistemas de educación óptimos, pasan a ser en la actualidad, los saberes necesarios e integrados a cada uno de los procesos de la vida que complementan y equilibran los esfuerzos mancomunados de cada ser, integrador de un sistema que vivifique la calidad de vida de los hombres en sociedad.

Las competencias se desarrollan de acuerdo a los contextos, dominios y disciplinas que cada persona logra en el largo recorrido de su vida. Tienen la calidad de ser dinámicas, evolutivas, en permanente movimiento, cambio y evolución.

Como paradigma la evolución que han logrado hasta ahora y las características peculiares que han ido cobrando se podrían homologar con analogías hechas con ciertas investigaciones de los primitivos vestigios de aborígenes y pioneros del siglo XIX en busca de mejores futuros de vida en América del Sur.

Citar como ejemplo las competencias técnicas certificadas por Noruegos, que aunque de manera asistemática, eran evaluadas en su desarrollo para la constatación de sus dominios de navegación. Además, la existencia de éstas desde los aborígenes, tomando como referencia las competencias técnicas de sobrevivencia, templanza de espíritu y de propagación de una sociedad primitiva que también los aborígenes demostraran desde los rituales de iniciación de los adolescentes, muestra que ha sido nuestra inspiración para la portada de la presente edición, la que además, sublimiza el trabajo cooperativo y colaborativo de equipo y la evolución del sentido práctico y potencial que genera el trabajo de grupos.

Si bien las competencias han tenido una fuerte connotación conductista en sus inicios curriculares, no las desprestigia, puesto que, la visión constructivista que actualmente las contextualiza dentro de los programas de formación, abarcan cada nivel desde la educación inicial parvularia, hasta la vida adulta, particularidad que las va situando en sitiales que responden a la formación de su potencial y de los intereses a lo largo de toda la vida de la persona.

Esta revista ha sido pensada por el equipo editorial como un espacio para la reflexión sobre experiencias de desarrollo de las competencias que van desde el jardín hasta el postgrado y la educación permanente. En consecuencia, se acogerán en esta edición, principalmente, artículos que den cuenta de la validación de conceptos y enfoques de una pedagogía por competencias, dejando de lado discusiones excluyentes, ya que la formación por competencias se desarrolla a lo largo de todo el ciclo vital, evolucionando de acuerdo a cada etapa de la vida y a las características particulares de evolución de saberes y grados de dificultad que enfrenta cada ser humano en su evolución.

Situándose en niveles de educación superior y de itinerarios de aprendizajes que conducen las vidas profesionales de cada persona, las competencias van respondiendo y correspondiendo a la resolución de los problemas típicos que cada uno debe enfrentar. Por tanto, son ciencias básicas en los mundos físicos y culturales y enfatizan su contribución a la resolución de los problemas profesionales, al contexto y por tanto, sus aportes o contenidos deben seleccionarse en función de sus contribuciones al desarrollo: Integradas al desarrollo de las respectivas competencias y la integralidad del ser humano como persona.

Resumen Contenidos

1. Presentación o Editorial

2. Introducción

3. Artículos:

3.1. Reflexiones sobre Competencias y Formación Universitaria (B. Fugellie y otros)

3.2. Las competencias ya no son lo que eran (O. Corvalán)

3.3. Formación de Competencias Profesionales de los Químicos Famacéuticos. (X. Paredes)

3.4. Perfil de los estudiantes de Ingenieria y el desarrollo de Competencias Genéricas (P. Urra)

3.5. Desarrollo de programas por competencias. (J. Tardif)



Comite editor

REVISTA ELECTRÓNICA DE DESARROLLO DE COMPETENCIAS

REDEC

Estimados Académicos para vosotros mis mejores deseos de éxito y plenitud de vida.

El impulso de esta misiva es propalar la invitación a participar en una actividad de naturaleza creativa e investigativa. Para aquello la creación de una “Revista Electrónica” cumple los requisitos para formar una plataforma de expresión y acrecentamiento de Información de las variadas perspectivas cognoscitivas que forman parte de la riqueza de la Sociedad del Conocimiento. Luego, extiendo a vosotros la invitación de participar en el Consejo Editorial. Sin duda, vuestra participación será fundamental en la vitalización y resemantización de los tópicos que fecundan reflexión y el análisis. Solicito, de vuestra voluntad, los contactos necesarios con Investigadores que deseen publicar usando esta instancia como un medio apropiado y solvente.

La Estructura de los Textos debe estar en correspondencias con las Normas Internacionales, I.S.O.y los envíos deben ser de acuerdo a fechas que se presentará próximamente.

Estructura de la Revista Electrónica de Desarrollo de Competencias, REDEC, que cuenta con el PATROCINIO INSTITUCIONAL del INSTITUTO DE INVESTIGACION Y DESARROLLO EDUCACIONAL y DIRECCION DE TECNOLOGÍAS DEL APRENDIZAJE DE LA UNIVERSIDAD DE TALCA.

INSTRUCTIVO BÁSICO PARA PUBLICACIÓN DE FUENTES DE INFORMACIÓN. SE ACEPTARÀN:

1. MONOGRAFÍA ELECTRÓNICAS.

2. PUBLICACIONES SERIADAS ELECTRÓNICAS.

3. LINKS PARA BOLETINES ELECTÓNICOS.

4. MENSAJES ELECTRÓNICOS PARA LOS EDITORES.

5. FASCÍCULOS DE PUBLICACIONES SERIADAS.

6. NOTAS SOBRE LIBROS O ARTICULOS PUBLICADOS.

7. ARTÍCULOS.

CONSEJO EDITORIAL.

La REDEC ha invitado a usted junto con los/as siguientes académicos/as al Consejo Editorial:

-Ximena Paredes, Universidad Nacional Arturo Prat, Iquique. xiparedes@gmail.com

-Sara Paredes, Universidad de Antofagasta. sparedes@uantof.cl

-Leonor Conejeros Solar, Universidad Católica de Valparaíso o María Adriana Audibert, Unidad de Innovación y Diseño Curricular. Dirección de Desarrollo Curricular y Formativo. maudibert.ddcyf@ucv.cl

-Patricio Montero Lagos, Universidad de Santiago de Chile. pmontero@ceactec.cl

-Sebastián Donoso Díaz. Universidad de Talca. sdonoso@utalca.cl

-Fidel Oteiza Morra. Centro Comenius . foteiza@comenius.usach.cl

-Adolfo González, Universidad de la Frontera.Ufro. agonzalezl@ufro.cl

-Patricia Desimone, Universidad Austral de Chile, Valdivia. patriciadesimone@uach.cl

-Andrea Minte M. Universidad de los Lagos.Osorno aminte@ulagos.cl

-Bride Fugellie G. Universidad de Magallanes. bfugellie@hotmail.com

Director Ejecutivo: Profesor. Dr. Oscar Corvalán. P.h D, Universidad de Talca ocorvalan@utalca.cl

Editores Asociados.

Elisa Rodríguez .Universidad Magallanes elarodriguez@gmail.com

Claudio Oyarzún Chávez. Universidad de Talca. coyach@hotmail.com

Recepción de Manuscritos:

El plazo para recibir manuscritos para el número 1 de la REDEC vende impostergablemente el 17 de diciembre de 2007.

Los Ensayos o informes de Investigación no deben exceder las 10.000 palabras de extensión y deben ser sometidos con un Resumen en Español e Inglés de 150 palabras y una lista de dos a seis palabras claves. Si hay dificultad para traducir en resumen al inglés deberá aceptarse la versión de los editores. Las Notas pueden tener una extensión máxima de 2.000 palabras y referirse a estudios de Caso, Innovaciones, Respuestas o Comentarios, a Artículos de la Revista, Bibliografías Anotadas o Comentarios de algún Libro relevante. Todos los autores deben incluir una breve nota biográfica junto con sus artículos o contribuciones.

Oscar Corvalán Vásquez, Ph.D. (Toronto)

Director:REVISTA ELECTRÓNICA DE DESARROLLO DE COMPETENCIAS

Talca, noviembre de 2007.

Introducción.

El presente número de la Revista Electrónica de Desarrollo de Competencias, REDEC, inaugura una serie de reflexiones sobre la relevancia y pertinencia de este enfoque educativo, tanto teóricas como prácticas derivadas de la experiencia de investigadores y educadores chilenos.

Para esta edición se ha seleccionado un conjunto de trabajos que dan cuenta del sentido que los autores otorgan a las competencias como de su aplicación por parte de universitarios comprometidos con el cambio curricular en vista a mejorar la efectividad de los aprendizajes.

El primer artículo de Fugellie, Rodríguez y Yupanqui reflexiona sobre el sentido de las competencias en vista a mejorar la calidad de vida de las personas. Más específicamente, sostiene que “la búsqueda incesante de prodigar un mundo sin desesperanzas, ni miserias, vuelca las acciones humanas hacia permanentes acciones cuyo deseo es contribuir de algún modo, a construir mejores y promisorios futuros esperanzados”. En particular, las autoras dan a entender que se generen condiciones para crear nuevas “fuentes de trabajo y educación para todos, … en igualdad de condiciones, una forma de educar que provea las condiciones con un real sentido para la vida humana, vida que han de merecer todos y cada uno de los habitantes de este planeta”. Esta reflexión las lleva a afirmar que “Chile debe desarrollar estrategias que permitan conectar los procesos formativos y la actuación profesional”. El artículo concluye con la propuesta que “la calidad y equidad que tanto requiere la educación universitaria, en especial la de nuestro país, apela a una formación idónea, que considere el dominio de competencias indispensables para el desempeño satisfactorio en ambientes profesionales sometidos a cambios permanentes, altamente exigentes y competitivos”.

En el segundo artículo de este número, el autor muestra como el concepto polisémico de las competencias ha estado y está históricamente fechado e influenciado por las teorías del aprendizaje dominantes en cada época. Las mismas nacieron al alero del conductismo, luego de un largo periodo en que la organización del trabajo estuvo dominada por el Taylorismo y el Fordismo, cumpliendo un rol importante en la organización de los aprendizajes ligados a la capacitación y la educación técnico-profesional. Luego, durante la década de los noventa se iniciaron experiencias de aplicación de las competencias en el sistema educativo, a sus diferentes niveles, pero con predominancia en las carreras profesionalizantes relacionadas con la salud y algunas ingenierías. La complejidad de los procesos fisiológicos humanos y de los problemas ingenieriles llevó a un uso diferente de las competencias al enfatizar el saber hacer experto. De igual forma, la introducción de las competencias en la educación escolarizada en Québec, Cantón de Ginebra y países anglosajones de Asia, llevaron a relacionar su desarrollo con aplicaciones de la teoría constructivista social de Vigotzky, lográndose un significativo avance en cuanto a sus fundamentos teóricos. En el campo de las organizaciones laborales Le Boterf ha avanzado la hipótesis que las competencias son indispensables para la profesionalización en todas las carreras universitarias y permiten operacionalizar la educación permanente. Las competencias permiten enfrentar los problemas típicos de cada profesión con grados evaluables de profesionalismo. En síntesis, la aplicación del enfoque por competencias en educación no solo llegó para quedarse sino también seguirá evolucionando y facilita el aprendizaje a través de toda la vida, ya que se construyen y desarrollan permanentemente. La aplicación de las mismas en escuelas, liceos y universidades se hará cada vez más visible en la medida en que tanto las humanidades como las ciencias (naturales y sociales) puedan explicitar mejor su aporte a la solución de problemas laborales, sociales y personales, razón de ser de las competencias.

En tercer término, este número de la REDEC ofrece al lector un artículo de Pamela Urra que condensa una tesis de Magíster sobre el significado de las competencias de comunicación aplicadas a la formación de ingenieros en Chile. Esta competencia genérica no puede ser “recetada” como simple comunicación oral y escrita en forma universal, sino que deben especificarse los ámbitos, actores, problemáticas y situaciones en que se exigen determinados criterios para evaluar una buena comunicación del ingeniero con sus clientes, sus pares y en equipos interdisciplinarios de trabajo.

En cuarto lugar, Ximena Paredes, ofrece un trabajo producto de la aplicación del enfoque de desarrollo de competencias a la formación de químicos farmacéuticos. El mismo, muestra como usar las competencias en la definición y formateo de los problemas que debe enfrentar este profesional. Paralelamente, un proyecto Mecesup en que participan la mayoría de las facultades de farmacia del país, han usado con éxito este enfoque en el rediseño de sus currícula.

En quinto lugar, producto de años de experimentación en rediseños curriculares, tanto a nivel escolar como de educación superior, Jacques Tardif ofrece un resumen de las fases de desarrollo necesarias para un lograr un buen rediseño curricular por competencias. Es notable el énfasis que el autor coloca en el pasaje del perfil del egresado a la construcción del plan de formación, pero sobre todo llama la atención su insistencia en definir consistentemente el escalamiento esperado de cada una de las competencias durante el proceso de formación.

Una última sección de REDEC se destina difundir un resumen de un extraordinario libro de Jacques Tardif sobre la evaluación de las competencias, dado que sin cambiar la evaluación, cualquier rediseño no se concreta plenamente.

Articulos


ENSAYO “REFLEXIONES SOBRE COMPETENCIAS Y FORMACIÓN UNIVERSITARIA”

RESUMEN

Los cambios en la sociedad global promueven innovaciones en todo ámbito de la vida del hombre, aunque no siempre sean beneficiados sus designios. No obstante, la búsqueda incesante de prodigar un mundo sin desesperanzas, ni miserias, vuelca las acciones humanas hacia un permanente accionar cuyo deseo es contribuir a construir mejores y promisorios futuros. Educación para todos, que promueva la igualdad de condiciones y que provea los escenarios reales para la vida humana.

Las reflexiones sobre el paradigma de la formación por competencias en la educación superior y el modo cómo se ha gestado su diseño con los incesantes cambios y evolución del conocimiento, del contexto y pertinencia cultural, avizoran nuevas necesidades de innovación en los desempeños humanos que beneficien las cualidades y calidades humanas en los sistemas de educación y sus niveles de intereses constitutivos.

Este ensayo es un primer paso hacia reflexiones incesantes que cada responsable del diseño curricular debe tener presente, para promover futuros perfectibles al permanente movimiento, cambio y evaluación, retroalimentando las identidades reales del quehacer profesional para ennoblecer la vida humana y atesorar promesas que sustenten un mundo mejor.

Conceptos Claves: Competencias – Formación Universitaria – Trascendencia – Intereses Constitutivos.



Por: BRIDE FUGELLIE[1]

ELISA RODRÍGUEZ[2]

ANDREA YUPANQUI[3]

PUNTA ARENAS, CHILE

Septiembre, 2007

COMPETENCIAS Y FORMACIÓN UNIVERSITARIA

Introducción

Los cambios evidentes en la sociedad global conllevan innovaciones en todos los campos que atañen a la vida de los hombres. Es así que todo cambio genera cambios y con ello, no siempre son beneficiados los designios del hombre. No obstante, la búsqueda incesante de prodigar un mundo sin desesperanzas, ni miserias, vuelca las acciones humanas hacia permanentes acciones cuyo deseo es contribuir de algún modo, a construir mejores y promisorios futuros esperanzados. Fuentes de trabajo y educación para todos, son pregones que divulgan que se geste y genere, en igualdad de condiciones, una forma de educar que provea las condiciones con un real sentido para la vida humana, vida que han de merecer todos y cada uno de los habitantes de este planeta.

Organizaciones mundiales, por ende, han redoblado sus esfuerzos por diseñar planes de desarrollo estratégicamente enmarcados en el campo de la educación. Luego y con la intensificación de los incesantes cambios y evolución del conocimiento, ciertas culturas, sobretodo en América Latina, como México y en Europa: Francia y España, avizoran nuevas necesidades de innovación en los desempeños humanos que beneficien las cualidades y calidades humanas en los sistemas de educación.

Al respecto, las iniciativas en Chile apuntan a un desarrollo importante del tema:

“La adopción del enfoque de competencias en la educación superior nace de la necesidad de responder más adecuadamente al cambio social y tecnológico, como también a la organización del trabajo para adaptarse al cambio” (Corvalán, O. y Hawes G, 2005).

La postura obliga a replantear la formación superior, en pos de responder a los entornos cada vez más cambiantes; Chile debe desarrollar estrategias que permitan conectar los procesos formativos y la actuación profesional.

El Concepto Competencias

El permanecer en puestos de trabajo que dignifiquen la realidad del hombre, compromete actualmente al mundo educativo, y lo desafía a esbozar currículas que conjuguen saberes fundados en la integralidad del ser persona.

Nacen, entonces, en la década de los años 70, nuevas formaciones que estructuran saberes conformados por saberes puros combinados en su ejecución, con la convivencia de trabajos mancomunados para su mayor efectividad funcional y personal, surgiendo así el tema de las competencias en educación.

El término competencia proviene del latín competentĭa, y la Real Academia Española señala que es relativo a “pericia, aptitud, idoneidad para hacer algo o intervenir en un asunto determinado”[4].

Según la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico, competencia se define como:

“Capacidad para responder exitosamente a una demanda, tarea o problema complejos movilizando y combinando recursos personales (cognitivos y no cognitivos) y del entorno” (OECD, 2005).

Hoy existen numerosas connotaciones para el concepto de competencias, sin embargo, es posible advertir en las conceptualizaciones ciertos elementos que son característicos en su definición: En primer término confluyen los conocimientos, los procedimientos y las actitudes; otro aspecto señala que sólo se definen con respecto a su aplicación en un desempeño, un tercer punto dice relación con la experiencia, que es importante como medio de constatación y evaluación, y finalmente el contexto, el que define en cierto modo la eficacia del desempeño; ello explica que una competencia puede ser evidenciada dependiendo del contexto en que se aplica (Corvalán y Hawes, 2005).

Habermas, plantea una idea muy interesante y donde es posible encontrar un paralelo con el tema de competencias. Expone que existen tres tipos de intereses, señalando que

“…estos intereses u orientaciones son constitutivos del conocimiento porque configuran lo que se consideran objetos y tipos de conocimientos…” (Habermas, J., 1971)

Dichos saberes no sólo se refieren al pensamiento, sino que implican acciones. Habermas, entonces, define: intereses técnicos, prácticos y críticos.

El primero de ellos (técnico) está basado en la necesidad de supervivencia, tanto en su vertiente reproductivo-biológica, como al aspecto social. Este saber tiene correspondencia con las competencias básicas; los intereses prácticos se corresponden con las competencias técnicas por cuanto se los define como:

“un interés fundamental para comprender el ambiente mediante la interacción, basado en una interpretación consensuada del significado” (Grundy, 1987)

En tanto, los intereses críticos se relacionan con las competencias transversales o genéricas, ya que ambas se basan en asumir una postura, comportamientos y actitudes generales, de índole valórica, propias de una persona autónoma y con responsabilidad individual. Estas relaciones se muestran en la figura Nº 1 (ver Pág. 5).

De esta manera, las autoras del presente ensayo han construido la siguiente definición de competencia:

“Competencia es la capacidad del sujeto para movilizar conocimientos, procedimientos y actitudes, aplicadas a diferentes situaciones, tanto cotidianas como profesionales, con la finalidad de aportar a la calidad de su vida personal y de la sociedad”.

Figura Nº 1: Intereses Constitutivos y Tipos de Competencias Fuente: Adaptado de Habermas (1971).

Enfoque De Competencias Y Educación Superior

Las distintas organizaciones educacionales y los distintos niveles que la componen, congregan esfuerzos por educar y conforman redes de articulación para cada una de las especialidades que las corresponden.

La educación superior universitaria ha resuelto la tarea de ser el pilar desde la formación de sus bases educativas: generadores de nuevos formadores por competencias que proveerán los cambios, desde la educación inicial, hasta pretender una formación permanente necesaria para la vida de cada ciudadano.

Un enfoque de formación basado en competencias responde por una parte a escenarios actuales donde quien desempeña un trabajo, debe tener la capacidad de prever o resolver los problemas que se le presentan; y por otro lado, responder a las investigaciones sobre el aprendizaje y, por tanto, el enfoque formativo propone una organización que favorece los aprendizajes significativos y duraderos.

Las universidades han de ser entidades que certifiquen ser instituciones competentes desde sus currículos, con cada uno de sus propósitos y agentes formadores. Tarea ardua, pero ya consciente de elevar los rumbos en consonancia con una sociedad de integrantes que la conforman y equilibran sus sueños con caracteres efectivos.

La Universidad promueve, actualmente, programas educativos planificados en conjunto con sectores productivos y sociales para elaborar esquemas en sintonía con las necesidades del entorno.

“En la economía actual global actual, la capacidad para contratar, desarrollar y mantener a trabajadores cualificados resulta esencial para el crecimiento y el desempeño empresarial. El hecho de garantizar que los trabajadores cuenten hoy en día con las competencias y capacidades para llevar a cabo su trabajo de un modo eficaz los beneficia a ellos, a las empresas y a la sociedad en general. (...) los programas de capacitación resultan más eficaces cuando son capaces de fortalecer las capacidades de actuación de los trabajadores en mercados cada vez más innovadores y competitivos…” (Ferry, D., 2004)[5].

Es así como resulta imprescindible para la educación superior actual adaptarse a los rigurosos escenarios actuales, no sólo por las motivaciones económicas que mueven las decisiones empresariales, sino también, por la necesidad de favorecer la gestación de nuevas generaciones de profesionales acordes a los procesos de cambio social, cultural, laboral y tecnológico, donde se requieren sujetos que sean capaces de dar respuesta a las nuevas exigencias de manera integral y efectiva.

De esta manera se va configurando la necesidad agregada de reordenar y actualizar la formación y el perfeccionamiento de los formadores, lo que se hace evidente cuando se analizan las nuevas demandas de calificación que requiere la práctica docente.

“Antes, la actividad principal del formador se solía concentrar en la transmisión de los conocimientos técnicos. Con la reordenación de los nuevos reglamentos de formación profesional pasa a ocupar un primer plano la adquisición de la competencia de acción profesional” (Tippelt y Amoros, 2000).

Perrenoud destaca que la profesionalización del docente implica “incidir con fuerza en la parte profesional de la formación, más allá del dominio de los contenidos que hay que transmitir” (Perrenoud, 2004)

Es así como resulta imprescindible que la docencia se ejerza con suma responsabilidad, ética profesional y contando con las competencias necesarias para practicarla. Este es el gran desafío para el magisterio en Chile.

Conclusiones

“América Latina vive un momento de cambios en la educación superior.

Es como si el impulso reformista de comienzos del siglo XX, y luego,

de los años sesenta, se hubiese agotado y el continente anduviese

ahora tras respuestas y soluciones para un conjunto

de nuevos problemas”.

(José Joaquín Brunner, 2000)

La importancia actual de las competencias radica en la necesidad de cambio para enfrentar las nuevas realidades de la sociedad actual. En estos nuevos y cambiantes contextos, las competencias que los individuos necesitan para alcanzar sus metas, tanto individuales como colectivas, se han ido complejizando cada vez más. Incluso, para los Ministros de Educación de la OECD, el desarrollo sustentable y la cohesión social de los países, dependen críticamente de las competencias de toda la población (OECD, 2005).

En síntesis, la calidad y equidad que tanto requiere la educación universitaria, en especial la de nuestro país, apela a una formación idónea, que considere el dominio de competencias indispensables para el desempeño satisfactorio en ambientes profesionales sometidos a cambios permanentes, altamente exigentes y competitivos. Estas competencias necesarias abordan por ejemplo las áreas de creatividad, preparación para el trabajo autónomo, espíritu emprendedor, flexibilidad ante situaciones emergentes, la actualización permanente, capacidad de trabajo en equipo, habilidades para comunicarse efectivamente, entre otras. Así también, estas competencias se exigen de parte de los formadores, quienes tienen a cargo dirigir los procesos de enseñanza-aprendizaje y son los actores educativos que deben demostrar un desempeño acorde a lo exigido a sus alumnos. Claramente, el currículo actual debe ser sometido a evaluación constante para promover y generar estos cambios.

Bibliografía

Brunner, J. (2000). Educación superior y desarrollo en el nuevo contexto latinoamericano. [versión electrónica]. Revista de la Educación Superior Chilena. Recuperado el 12 de Septiembre de 2007, de http://www.mecesup.cl/mecesup1/difusion/revista/revista1B.pdf

Catalana, A.; Avolio de Cols, S. y Sladogna, M. (2004). Diseño Curricular basado en Normas de Competencia, Buenos Aires, Argentina: BID.

Corvalán, O. y Hawes, G. (2005). Aplicación del Enfoque de Competencias en la construcción curricular de la Universidad de Talca, [versión electrónica]. Recuperado el 08 de Septiembre de 2007, de http://www.mecesup.cl/difusion/destacado/2005

Grundy, S. (1987). Producto o praxis del currículo. Madrid, España: Morata.

Habermas, J. (1971). La lógica de las ciencias sociales. Madrid, España: Tecnos.

OECD (2005). The definition and selection of key competencies: Executive summary. Paris, Francia: Autor.

Perrenoud, P. (2004). Desarrollar la práctica reflexiva en el oficio de enseñar. Profesionalización y razón pedagógica. Barcelona, España: GRAÓ.

Portal Planeta Sedna (2007). Vida y Obra de Henry Ford, [versión electrónica]. Recuperado el 09 de Septiembre de 2007, de http://www.portalplanetasedna.com.ar/henry_ford.htm

Real Academia Española. (2001). Diccionario de la Lengua Española. [versión electrónica]. Recuperado el 11 de Septiembre de 2007, de http://www.rae.es/

Tippelt, R. y Amoros, A. (2000). Formación de Formadores orientada a la Acción. Lima, Perú: Senati/Gtz/Dse.

Notas


[1] Educadora de Párvulos y Psicopedagoga, Licenciada en Educación, Académico Adjunto Departamento de Educación de la Universidad de Magallanes, bride.fugellie@umag.cl

[2] Educadora de Párvulos, Licenciada en Educación, Académico Adjunto Departamento de Educación de la Universidad de Magallanes, elisa.rodriguez@umag.cl

[3] Terapeuta Ocupacional, Licenciada en Ciencias de la Ocupación Humana, Académico Instructor Departamento de Cs. De la Salud de la Universidad de Magallanes, andrea.yupanqui@umag.cl

[4] Extractado del diccionario de la Real Academia Española. Ver www.rae.es

[5] Ferry, D. (2004) Presentación I. En A. Catalana; S. Avolio de Cols y M. Sladogna (Eds.). Diseño Curricular basado en Normas de Competencia (pp. 11-12). Buenos Aires, Argentina: BID.

Biografía:

Bride Fugellie Gezan, Licenciada en Educación con mención en Educación Parvularia, año de egreso 1993, Universidad de Magallanes; Postítulo en Psicopedagogía obtenido el año 2000 de la Universidad Católica de Antofagasta. Se desempeña desde 1997 en docencia universitaria en la Universidad de Magallanes en las carreras de Pedagogía con grado académico de Licenciados en Educación y como Psicopedagoga en equipos multidisciplinarios. Candidata a Magister en Educación con mención en Currículo de la Universidad de Magallanes.

Biografía:

Andrea Yupanqui Concha, se titula el año 2000 como Terapeuta Ocupacional y Licenciada en Ciencias de la Ocupación Humana en la Universidad de Chile. El año 2005 inicia su rol docente para la Carrera de Terapia Ocupacional de la Universidad de Magallanes, y ante la necesidad de formarse en el ámbito pedagógico, ingresa el año 2006 a estudiar el Magíster en Educación con mención en Currículo que dicta la misma casa de estudios. Actualmente es docente instructor de la carrera y candidata a Magíster, encontrándose en proceso de elaboración de su tesis de grado.